4 tendencias de pandemia que llegaron para quedarse

Aunque la pandemia trajo enormes desafíos y escenarios extraordinarios que no imaginábamos tener que enfrentar, también es un hecho que hizo visible cambios en los consumidores que ya están transformando el futuro del Marketing.

El principal catalizador de estos estos cambios fue la vida desde nuestro hogar. El tener que llevar a casa todas nuestras actividades, redefinió la forma en la que trabajamos, compramos y vivimos, además de transformar cómo nos expresamos y consumimos. Con todos estos cambios, tanto las personas como las empresas tuvimos que adaptarnos y apelar a la creatividad para encontrar nuevas formas de conectarnos.

En este sentido, surgieron 4 grandes tendencias en la relación B2C y B2B que llegaron para quedarse:

  • Las personas quieren experiencias de compra útiles y relevantes:  Con la aceleración del ecommerce se generaron usuarios y casos de uso nuevos, lo que causó también una transformación en la experiencia de compra. Con un aumento potencial de los beneficios que se ofrecen a los consumidores, estos están alterando sus expectativas y las empresas comienzan a ver el entorno digital ya no solo como un canal más, sino como un facilitador de experiencias transformadoras que priorizan el usuario y generan lealtad.
  • Más conciencia social y local: Con las restricciones de movilidad y la obligación por quedarse en casa, los consumidores comenzaron a revalorizar las comunidades locales. Por ejemplo, el año pasado las búsquedas “Cerca de mi” se dispararon en buena parte del mundo. Con esto, es claro el interés de las personas por garantizar la prosperidad de la comunidad y al mismo tiempo conectarse más con la sociedad.  Los consumidores resurgirán de esta situación conectados más estrechamente con su localidad y más conscientes del papel más amplio que desempeñan en la sociedad. Esto significa que las marcas estarán obligadas a establecer una relación más significativa con sus clientes y que les permita estar más presentes y conectados.
  • El valor y los valores como claves en el proceso de compra: Otro de los aspectos que cambiaron en el comportamiento de las personas derivado del aislamiento físico, fue el re pensamiento de los aspectos básicos de la vida, cómo la felicidad, la familia y la salud. Para muchos esto no solo es un cambio de filosofía, sino que también se trata de una necesidad económica; significa que las compras sin sentido ya no son practicas ni satisfacen las necesidades de los consumidores que buscan comprar en función de sus valores de forma más activa.
  • Experiencias hogareñas: El cambio de una oficina formal por el teletrabajo nos mostró el lado más humano de las personas. El mundo entero recordó que la vida no solo es trabajo, sino que incluye hijos, familia, mascotas, amigos… La consecuencia es que ingresamos a una nueva dimensión de empatía y respeto profesional y personal. Los negocios deben entender este nuevo enfoque, procurar relaciones menos transaccionales con los clientes, y en cambio, cultivar interacciones más profundas y valiosas.

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