El problema de la desinformación y las noticias falsas es una de las cuestiones más preocupantes de la sociedad actual. En un contexto de tan fácil acceso a plataformas de comunicación y programas informáticos, la manipulación de la información y los datos (de la verdad) está más presente que nunca. Esto, sumado a un contexto de inestabilidad económica y social pone en peligro a los usuarios, pero también a las marcas.
Los sitios web de información falsa o dudosa obtienen millones en ingresos publicitarios anuales por parte de algunas de las marcas más destacadas a nivel mundial. Según un reciente informe de ComScore, se estima que la industria de la desinformación genera 2,600 millones de dólares cada año procedente de la publicidad programática. La investigación también concluye que, el 1.68% del gasto en publicidad display se ha destinado a los medios de desinformación.
Estos datos nos muestran la escala en la que los principales anunciantes apoyan de forma inintencionada la desinformación a través de sus presupuestos publicitarios. Y es que las herramientas que ofrecen las empresas de publicidad programática para garantizar la seguridad de las marcas, son eficaces para detectar y bloquear anuncios de contenido inapropiado, pero no para la detección de sitios de desinformación o información falsa que, a menudo se ven como páginas de contenido normal y no se pueden identificar mediante la inteligencia artificial.
En este sentido, y con la intención de garantizar la mejor experiencia publicitaria para los anunciantes, las agencias de medios y empresas de publicidad programática han potenciado sus herramientas y mecanismos para preservar la seguridad de las marcas.
La seguridad es una cuestión principal, pero la relevancia y el control de la ubicación también son cuestiones que se demandan cada vez más en el entorno digital, por lo que se han desarrollado soluciones en distintos niveles y con los principales verificadores, para alcanzar un control más sofisticado de los entornos y los contextos programáticos más adecuados para las marcas. Por eso, los anunciantes y agencias comienzan a preferir los ecosistemas controlados, y evitar los entornos Open. Por ejemplo, la modalidad PMP (Private Marketplace) ofrece un entorno seguro y controlado para evitar cualquier riesgo de tráfico inválido.
Para reducir o eliminar los anuncios que respaldan los sitios de fake news, se busca poner valor en la implementación de inteligencia humana, en lugar de únicamente algoritmos, como un método más eficaz para detectar este tipo de sitios. Asimismo, es recomendable para las marcas enfocarse en la expansión del universo de sitios de noticias confiables, fiables y de alta calidad en los que anunciarse para llegar a su público objetivo.
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