La analítica y la estrategia digital resultan primordiales en el día a día, sobre todo, debido al proceso de transformación digital que las empresas experimentan desde hace algunos años. Estas áreas han cobrado gran importancia para cualquier compañía cuya actividad requiera del uso de herramientas virtuales.
Sin embargo, optimizar la analítica digital y construir una estrategia de datos efectiva no siempre es una tarea fácil. Para empezar, si queremos entender el concepto de analítica, debemos remarcar que aunque el término no es nuevo, su aplicación al ámbito digital aún sigue resultando compleja para algunas empresas. Esto resulta porque cuando cada equipo utiliza herramientas específicas para sus funciones, se convierte en un elemento de complicación porque se generan muchos puntos de contacto entre equipos, herramientas y clientes.
Para solucionar este problema, pongamos un ejemplo. Imaginemos que trabajamos en un medio de comunicación y nos preguntan por el rendimiento de los contenidos de deportes en general. Aquí surgiría un problema, ya que ni los sistemas de medición ni las métricas de estos tienen por qué estar unificadas ni medirse de la misma forma. Un ejemplo de esto es la diferencia que existe entre lo que YouTube entiende como una visualización de vídeo y lo que otra plataforma, como Facebook, identifica como tal.
Por eso:
- Las herramientas de analítica tienen que adaptarse al negocio, no al contrario.
- Si lo más importante es el usuario, la analítica tiene que estar centrada en él.
Con estas 2 claves en mente, una buena solución es un sistema de procesamiento único. Esto permitiría a todos los equipos de la compañía tener un punto central en el que almacenar, etiquetar y gestionar los datos recopilados. Así como tener datos limpios y transparentes, pero también seguros.
A través del nexo entre los distintos departamentos, se genera un espacio en el que los datos pueden consultarse de forma unificada, lo que posibilita la optimización de procesos. Para su construcción, resulta primordial homogeneizar la nomenclatura de las acciones que realiza el usuario (visitas, compras, reproducciones de vídeo, preferencias…) De esta manera, cada equipo puede utilizar sus propias herramientas y después poner la información en un lugar común.
Para desarrollar estos sistemas, es recomendable recurrir a profesionales o empresas que puedan hacer estas funciones y, si es viable, incorporar alguien al equipo con este fin. Este proceso implica a toda la compañía y debe seguir los siguientes pasos:
- Definir el modelo de gobernanza de datos: en primer lugar, cuando ya se han identificado las necesidades, hay que decidir si se optará por un modelo centralizado o descentralizado. Una solución híbrida posibilita que los equipos puedan hacer su trabajo como quieran.
- Reunir a las partes interesadas para intercambiar necesidades: cada departamento o equipo debe exponer qué necesita, qué herramientas emplea para recopilar información y que aplicación le da.
- Diseñar un modelo de datos: en esta fase, tras escuchar las peticiones, se procede al diseño de un modelo de datos en el que las demandas realizadas se vean reflejadas.
- Elección de herramientas: el último paso es redefinir qué herramientas se usarán para recopilar los datos que se introducen en el sistema de procesamiento central.
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